Revisión: El BMW Z1 de 1988

El año pasado informamos detalladamente sobre el aniversario de BMW Group Forschung und Technik GmbH, fundada en 1985. Hoy queremos hablar de un vehículo especial con el que se empezó a trabajar entonces: El BMW Z1 Roadster pretendía demostrar las posibilidades que ofrecían los nuevos materiales y también probar soluciones alternativas en cuanto al diseño de la carrocería.

 

También se buscó intensamente el potencial de mejora en los procesos de desarrollo. El BMW Z1 Coupé basado en el Roadster, que se desarrolló posteriormente pero nunca llegó a construirse, también sentó las bases de la estrategia de plataformas habitual hoy en día, en la que el mayor número posible de modelos se construye sobre la misma arquitectura de vehículo.

 

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La piel exterior del BMW Z1 es de plástico e impresiona también por sus puertas escamoteables electromecánicamente, que hacen que el vehículo sea inconfundible hasta el día de hoy. Gracias a la piel de plástico, el vehículo era especialmente ligero, con menos de 1.300 kg, y los altos faldones laterales también ofrecían un nivel de protección contra impactos laterales inaudito en aquella época.

 

La base del vehículo era un chasis monocasco de acero con un suelo de plástico pegado al que se fijaban las partes visibles de la carrocería. El eje trasero también merece una atención especial, ya que en él se utilizó la tecnología del futuro: el eje trasero de doble horquilla esférica guiado por un punto central proporcionó la base para el impresionante manejo del BMW Z1, que estaba propulsado por un motor de seis cilindros en línea de 170 CV y alcanzaba una velocidad máxima de 225 km/h.

 

Gracias a la mejora de los procesos de desarrollo, la producción en serie también pudo llevarse a cabo con extrema rapidez: en 1988, sólo tres años después del inicio del proyecto, rodó por las carreteras el primer BMW Z1 Roadster. El desarrollo de una versión para la producción a pequeña escala, que no estaba prevista inicialmente, se decidió incluso en el verano de 1986. El Z1 se presentó al público en el IAA en otoño de 1987.

 

El roadster biplaza también sirvió de base para un BMW Art Car: en 1991, el pintor y escultor A. R. Penck, nacido en Dresde, utilizó el Z1 como lienzo y creó uno de los 17 Art Cars de la época.

 

Hasta 1990 se construyeron 8.000 ejemplares del BMW Z1, después de que el número de unidades se incrementara varias veces debido a la gran demanda. Hoy en día, los ejemplares bien conservados son muy codiciados por los coleccionistas y siguen alcanzando precios elevados. Esto se debe no sólo al bajo número de unidades, sino también a la sofisticada tecnología, que no se encuentra en ningún otro vehículo de este modelo.