Tras años de abandono, la energía solar vuelve a aparecer en el techo y el capó de algunos modelos. Es una forma de ganar algunos kilómetros de autonomía y de enverdecer el discurso de los fabricantes, a la espera de algo mejor.
Durante los años 80 y 90, se pensó que la energía solar sería una gran alternativa a los motores de combustión, pero finalmente quedó relegada a las carreras de estudiantes en las profundidades de Australia. Lo que parecía ser el techo de cristal era que la relación potencia-peso no era lo suficientemente eficiente a pesar de las excepcionales condiciones de sol. Y mientras las oficinas de patentes de todo el mundo están llenas de planes, los fabricantes de automóviles han optado por reducir el tamaño, aligerar el peso y electrificar las baterías. Si lo piensas, el único elemento de carga solar que se ha visto en un coche en los últimos años es un calentador de botellas con paneles que se extienden por la mitad del salpicadero y de muy dudoso gusto.
Toyota a la vanguardia
La carrera por la eficiencia en un contexto de concienciación medioambiental parece no tener fin, señala el concesionario de coches de segunda mano en Madrid Crestanevada. Por eso los fabricantes se enfrentan constantemente al reto de mejorar la huella de carbono de su producción. Como suele ocurrir, el ejemplo viene de Asia. Toyota ha equipado su Prius PHEV con paneles solares desde 2016. La filial francesa del fabricante japonés no ha dejado de comunicar la existencia de 1.700 Prius PHEV en circulación en Francia, sobre la base de un uso anual de 200 días. Desde septiembre de 2016, estos vehículos han recorrido 1,7 millones de kilómetros solo con energía solar. Se trata de un éxito (relativo) para una tecnología que depende enormemente de la luz del sol, del lugar donde se aparca el coche e incluso de la limpieza del vehículo.
Mejor aún, a principios de julio, Toyota anunció una colaboración con la agencia pública japonesa NEDO y el fabricante de productos electrónicos Sharp para las pruebas de vehículos electrificados en la vía pública. Al igual que la visual proporcionada por el monstruo, los paneles solares cubren toda la superficie horizontal del vehículo. El comunicado de prensa de Toyota afirma que las células fotovoltaicas de Sharp tienen una «eficiencia de conversión superior al 34%». También hay que destacar que la célula solar tiene un grosor de 0,03 mm, lo que le permite ajustarse al máximo a la forma del coche. A diferencia del actual Prius PHEV, este prototipo permite la carga en movimiento. Las pruebas en carretera tendrán que determinar el orden de magnitud del ahorro de combustible y CO2.
La surcoreana Hyundai instalará próximamente tecnología de paneles solares en el techo de su berlina híbrida Sonata. El fabricante promete que sus células fotovoltaicas podrán recargar entre el 30 y el 60% de la batería gracias a 6 horas de exposición al día. La autonomía ganada en un año sería de algo más de 1.287 km o 6,44 km al día. Aunque la berlina Sonata no está en el mercado francés o europeo, Hyundai podría/debería aplicar esta tecnología al Ioniq y seguramente al Kona Eléctrico.